Hombre rico, hombre pobre. La adversidad socioeconómica y el desarrollo del cerebro Contribución de BrainTraining al debate sobre la reforma educacional en Chile
Mientras que la exposición temprana al aprendizaje de idiomas o a las prácticas musicales puede conducir a cambios beneficiosos en el desarrollo del cerebro, el nivel socioeconómico, NSE, bajo puede igualmente tener efectos importantes pero perjudiciales en el cerebro. Por ejemplo, a los 10 años de edad, el nivel socio-económico de las familias es un excelente predictor de las habilidades cognitivas de un niño. Los niños de familias de mayor NSE tienden a desempeñarse muy por encima de los niños de familias de menor NSE. Lo lamentable es que esos niños tenían capacidades cognitivas altas o bajas a los dos años .
Numerosos factores contribuyen a estas brechas asociadas al NSE en el desarrollo cognitivo: la nutrición, las toxinas del medio ambiente, el ambiente de aprendizaje en casa, la exposición al estrés y la escolarización temprana. Estudios de este tema sugieren con sólidos fundamentos que los factores socioeconómicos de los padres -su nivel educacional y/o los ingresos familiares- se expresan mayoritariamente en el nivel de las conversaciones en el seno del ambiente familiar o la exposición a un grado mayor de estrés familiar. Esto a su vez genera efectos cascada en el desarrollo de los sistemas cerebrales que apoyan las funciones neurocognitivas críticas tales como el lenguaje, la memoria y la autorregulación.
Padres altamente educados invierten mucho más tiempo jugando, hablando y enseñando a sus hijos. El estilo de crianza de sus hijos se ha citado como el factor más importante para el desarrollo cognitivo. Los científicos sociales y los neurocientíficos creen que las políticas que reducen la pobreza de las familias tendrían efectos significativos sobre la calidad del cuidado temprano y sobre las reducciones del estrés familiar. Así, en última instancia, se mejoraría el funcionamiento del cerebro de los niños y promoverían su desarrollo cognitivo y socio-emocional que son factores de la mayor importancia para que los niños tengan éxito y puedan tener una vida sana y productiva.