“El cerebro es un proceso, no una cosa. Es verbo, no un sustantivo. Es un flujo.” Deepak Chopra, Superbrain, 2012.
Fundamentos científicos del entrenamiento cerebral
Las tecnologías disponibles desde los 90 permitieron investigar el cerebro de personas vivas. Entre ellas la resonancia magnética, la emisión de positrones, los EEGs, el scanner.
Estados Unidos declara la década de los 90 como la “década del cerebro”. Se originan revolucionarios cambios en el conocimiento de su funcionamiento. Destaca el fenómeno denominado neurogénesis, en todo cerebro humano siguen naciendo miles de neuronas toda la vida. Y se han derribado creencias tales como que el cerebro se rigidiza a cierta edad y que la inteligencia no puede incrementarse. El cerebro es y será siempre plástico y cambiante.
El deterioro cerebral comienza a los treinta años en promedio. Esta cifra es probable que siga disminuyendo. Las maravillantes tecnologías de información y comunicación están minimizando el esfuerzo cerebral y, por otro lado, sus servicios, mail, whatsapp, etc. lo bombardean sin parar impidiendo estar atento y concentrarse en lo que se está haciendo. En los últimos años aparece el DAA Deficit Atenciones Adulto, que se expande por el mundo aceleradamente.
La fuerte dedicación de un profesional a un área de especialidad conduce a alcanzar un alto nivel de expertise y por tanto, de automatismo. Entonces, las áreas cerebrales desarrolladas como fruto de la experiencia empiezan progresivamente a dejar de ser usadas y comienza su deterioro y las demás, que se usan menos, también.
Por otro lado, la vida se torna más rutinaria y el caudal de información nueva disminuye. Una de las funciones que más se debilita es la capacidad de aprendizaje.
El gran esfuerzo de investigación científica explica la generación de variadas metodologías de entrenamiento que potencian los “músculos cerebrales”, memoria, razonamiento, velocidad de procesamiento de la información, etc. Todo ello a cualquier edad y en plazos breves. Estos tres pilares incluyen otras habilidades cerebrales tales como la concentración, atención, imaginación, creatividad y también un mejor desempeño en los test de inteligencia. En los últimos 10 años se han creado muchas empresas que han captado decenas de millones de usuarios de sus juegos creados para estimular distintas funciones cerebrales de un modo entretenido. Desgraciadamente el entrenamiento masivo y despersonalizado no conduce a un mejoramiento perceptible del desempeño cerebral en las actividades del día a día.