Cuatro consejos para practicar una buena higiene mental durante el brote de coronavirus
Por: Greater Good Science Center
17/marzo/2020
Traducción:
Gaston Galleguillos B.
Director y Fundador
BrainTraining-Chile
¿Por qué esperar más cooperación y compasión ante una epidemia? Porque, contrario a la creencia popular, las crisis a menudo tienden a sacar lo mejor de las personas. Algunos informes sobre las secuelas de los desastres naturales que muestran que los extraños hacen sacrificios enormes para ayudar a otro.
Si bien es cierto que a veces los desastres pueden llevar a que una minoría se aproveche de la situación, por ejemplo, robando las posesiones de las personas cuando tienen que salir de su casa, esta no es una respuesta común, aunque ocupa los titulares. En cambio, cuando nos enfrentamos a un enemigo común, como una epidemia, tenemos más probabilidades de unirnos en beneficio de todos.
De hecho, la investigación muestra que proteger a los demás es un gran motivador para hacer lo correcto. Por ejemplo, un estudio analizó lo que provoca el comportamiento de lavado de manos en médicos y enfermeras del hospital. Los investigadores descubrieron que los letreros que decían: "La higiene de las manos evita que los pacientes contraigan enfermedades", fueron más efectivos para provocar el lavado de manos que los letreros que simplemente decían: "La higiene de las manos evita que contraigas enfermedades". En otras palabras, apelar a la atención altruista de los trabajadores de la salud para sus pacientes fue más efectivo que apelar a su propio interés.
De hecho, puede estar simplemente en la naturaleza humana el ser amable y servicial cuando otros nos necesitan. Este comportamiento se observa ya en niños de sólo cuatro a cinco años. Del mismo modo, los bebés de tan solo 19 meses de edad estaban dispuestos a regalar comida a alguien que parecía necesitarla, incluso cuando tenían hambre.
Por supuesto, no todos actúan de manera altruista en estas situaciones. Entonces, ¿qué hace más probable que lo hagan y cómo podemos usar eso en nuestro beneficio? Aquí hay cuatro formas en que podemos alentar más altruismo para combatir el virus.
1. Mantente calmado y enfocado
Es fácil entrar en pánico cuando ocurre un desastre. Sin embargo, no ayuda a nadie a despertar el pánico sobre la situación, porque no pensamos tan claramente cuando estamos en modo de emergencia. Se puede saber de muchas personas que han estado acumulando máscaras y creando una escasez que podría afectar a las personas que realmente las necesitan. ¿Quiénes? Aquéllas que están enfermas y necesitan máscaras para evitar propagar la enfermedad al resto de nosotros.
¿Cómo podemos estar más tranquilos y tomar decisiones más sabias? Una forma es usar cualquier herramienta que tenga a su disposición para mantener la cabeza fría, como el yoga o practicar la atención plena (mindfulness). Se ha demostrado que disminuyen la reactividad emocional y nos ayuda a tomar mejores decisiones. O podríamos hablar con un amigo, un amigo tranquilo, es decir, que puede ayudarnos a reducir nuestra ansiedad.
Sea lo que sea que podamos hacer para mantener un aire de calma y difundirlo a quienes nos rodean, será beneficioso. Después de todo, nuestras emociones tienden a ser contagiosas en nuestros círculos sociales y debemos hacer todo lo posible para mantener el miedo y el pánico contenidos.
2. Presta atención a quienes hacen lo correcto
Siempre habrá esfuerzos desinteresados en un desastre: personas que se sacrifican por el bien de los demás. Piensa en los trabajadores de la salud que están tratando a las personas infectadas con este virus con gran riesgo personal. O aquellos infectados con el virus que se aíslan voluntariamente durante semanas para proteger al público.
Cuando escuchamos historias de estas personas, sentimos lo que se llama elevación moral: un sentimiento cálido en el interior que nos inspira, alimentando el optimismo y el deseo de actuar de manera altruista. Si bien la tentación podría ser centrarse en el miedo y en que todo salga mal, podemos redirigir nuestra atención a aquéllos que están haciendo lo correcto, lo que nos llevará a ser mejores ciudadanos nosotros mismos.
3. Mostrar gratitud
Una de las cosas más amables que podemos hacer es decir "gracias" a quienes están haciendo lo que pueden para combatir el brote. No está de más enviar un mensaje de agradecimiento a las personas y organizaciones que están haciendo lo correcto, ya sea un grupo turístico que ofrece reembolsos por viajes cancelados, el vecino que te entrega una máscara de repuesto o expertos virales que te brindan información directa sobre cómo mantenerse a salvo.
Cuando mostramos gratitud hacia los demás, les hacemos saber que sus acciones son importantes, lo que fomenta más del mismo tipo de comportamiento, no sólo hacia la persona agradecida sino hacia los demás. Crear un ciclo de altruismo es útil cuando nos enfrentamos a un desafío que nos afecta a todos. Ayudamos así a fomentar la confianza mutua y a cuidar la difícil situación de cada uno.
4. Recuerda nuestros lazos comunes
Cuando tenemos miedo, nuestro primer instinto podría ser echarle la culpa a otros o caer en prejuicios hacia los grupos o autoridades que consideramos responsables. Los informes de noticias ya muestran que algunas personas de ascendencia asiática en los Estados Unidos se ven rechazadas o son víctimas de perfiles racistas, simplemente porque el virus parece haberse originado en China. Aunque podríamos saber racionalmente que ninguna persona o país puede ser culpado por un brote viral, nuestras mentes aún buscan explicaciones simples.
La investigación sugiere que cuando reconocemos nuestra humanidad común y mostramos compasión, tenemos más probabilidades de unirnos y resolver problemas que pueden ser de naturaleza compleja. Puedes comenzar dándote un poco de compasión (pensando en tu vulnerabilidad, debilidades, comportamientos que te gustaría cambiar), lo que puede ayudarte a estar más dispuesto a admitir errores y tomar medidas para corregirlos. Esto es importante, ya que el error humano puede ser costoso cuando hay un brote viral, y necesitamos trabajar juntos para aprender de nuestros errores.
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Por supuesto, todas estas pautas no suplantan la importancia de practicar una buena higiene. Necesitamos continuar lavándonos las manos con frecuencia y evitar tocarnos la cara, para que podamos disminuir la posibilidad de infectarnos a nosotros mismos y a los demás. Pero también debemos recordar nuestra higiene mental: mantener la calma, estar agradecidos especialmente a quienes hacen lo correcto y recordar nuestra humanidad común. De esta forma, podemos ayudar a que el mundo sea más seguro para todos.
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Jill Suttie, Psy.D.,
Doctora en Psicología es editora del libro Greater Good‘s y una frecuente aportante con sus artículos. Trabaja en la Universidad de Berkeley. Greater Good’s destaca la investigación científica pionera en las raíces de la compasión y el altruismo.
Por: Greater Good Science Center
17/marzo/2020
Traducción:
Gaston Galleguillos B.
Director y Fundador
BrainTraining-Chile
¿Por qué esperar más cooperación y compasión ante una epidemia? Porque, contrario a la creencia popular, las crisis a menudo tienden a sacar lo mejor de las personas. Algunos informes sobre las secuelas de los desastres naturales que muestran que los extraños hacen sacrificios enormes para ayudar a otro.
Si bien es cierto que a veces los desastres pueden llevar a que una minoría se aproveche de la situación, por ejemplo, robando las posesiones de las personas cuando tienen que salir de su casa, esta no es una respuesta común, aunque ocupa los titulares. En cambio, cuando nos enfrentamos a un enemigo común, como una epidemia, tenemos más probabilidades de unirnos en beneficio de todos.
De hecho, la investigación muestra que proteger a los demás es un gran motivador para hacer lo correcto. Por ejemplo, un estudio analizó lo que provoca el comportamiento de lavado de manos en médicos y enfermeras del hospital. Los investigadores descubrieron que los letreros que decían: "La higiene de las manos evita que los pacientes contraigan enfermedades", fueron más efectivos para provocar el lavado de manos que los letreros que simplemente decían: "La higiene de las manos evita que contraigas enfermedades". En otras palabras, apelar a la atención altruista de los trabajadores de la salud para sus pacientes fue más efectivo que apelar a su propio interés.
De hecho, puede estar simplemente en la naturaleza humana el ser amable y servicial cuando otros nos necesitan. Este comportamiento se observa ya en niños de sólo cuatro a cinco años. Del mismo modo, los bebés de tan solo 19 meses de edad estaban dispuestos a regalar comida a alguien que parecía necesitarla, incluso cuando tenían hambre.
Por supuesto, no todos actúan de manera altruista en estas situaciones. Entonces, ¿qué hace más probable que lo hagan y cómo podemos usar eso en nuestro beneficio? Aquí hay cuatro formas en que podemos alentar más altruismo para combatir el virus.
1. Mantente calmado y enfocado
Es fácil entrar en pánico cuando ocurre un desastre. Sin embargo, no ayuda a nadie a despertar el pánico sobre la situación, porque no pensamos tan claramente cuando estamos en modo de emergencia. Se puede saber de muchas personas que han estado acumulando máscaras y creando una escasez que podría afectar a las personas que realmente las necesitan. ¿Quiénes? Aquéllas que están enfermas y necesitan máscaras para evitar propagar la enfermedad al resto de nosotros.
¿Cómo podemos estar más tranquilos y tomar decisiones más sabias? Una forma es usar cualquier herramienta que tenga a su disposición para mantener la cabeza fría, como el yoga o practicar la atención plena (mindfulness). Se ha demostrado que disminuyen la reactividad emocional y nos ayuda a tomar mejores decisiones. O podríamos hablar con un amigo, un amigo tranquilo, es decir, que puede ayudarnos a reducir nuestra ansiedad.
Sea lo que sea que podamos hacer para mantener un aire de calma y difundirlo a quienes nos rodean, será beneficioso. Después de todo, nuestras emociones tienden a ser contagiosas en nuestros círculos sociales y debemos hacer todo lo posible para mantener el miedo y el pánico contenidos.
2. Presta atención a quienes hacen lo correcto
Siempre habrá esfuerzos desinteresados en un desastre: personas que se sacrifican por el bien de los demás. Piensa en los trabajadores de la salud que están tratando a las personas infectadas con este virus con gran riesgo personal. O aquellos infectados con el virus que se aíslan voluntariamente durante semanas para proteger al público.
Cuando escuchamos historias de estas personas, sentimos lo que se llama elevación moral: un sentimiento cálido en el interior que nos inspira, alimentando el optimismo y el deseo de actuar de manera altruista. Si bien la tentación podría ser centrarse en el miedo y en que todo salga mal, podemos redirigir nuestra atención a aquéllos que están haciendo lo correcto, lo que nos llevará a ser mejores ciudadanos nosotros mismos.
3. Mostrar gratitud
Una de las cosas más amables que podemos hacer es decir "gracias" a quienes están haciendo lo que pueden para combatir el brote. No está de más enviar un mensaje de agradecimiento a las personas y organizaciones que están haciendo lo correcto, ya sea un grupo turístico que ofrece reembolsos por viajes cancelados, el vecino que te entrega una máscara de repuesto o expertos virales que te brindan información directa sobre cómo mantenerse a salvo.
Cuando mostramos gratitud hacia los demás, les hacemos saber que sus acciones son importantes, lo que fomenta más del mismo tipo de comportamiento, no sólo hacia la persona agradecida sino hacia los demás. Crear un ciclo de altruismo es útil cuando nos enfrentamos a un desafío que nos afecta a todos. Ayudamos así a fomentar la confianza mutua y a cuidar la difícil situación de cada uno.
4. Recuerda nuestros lazos comunes
Cuando tenemos miedo, nuestro primer instinto podría ser echarle la culpa a otros o caer en prejuicios hacia los grupos o autoridades que consideramos responsables. Los informes de noticias ya muestran que algunas personas de ascendencia asiática en los Estados Unidos se ven rechazadas o son víctimas de perfiles racistas, simplemente porque el virus parece haberse originado en China. Aunque podríamos saber racionalmente que ninguna persona o país puede ser culpado por un brote viral, nuestras mentes aún buscan explicaciones simples.
La investigación sugiere que cuando reconocemos nuestra humanidad común y mostramos compasión, tenemos más probabilidades de unirnos y resolver problemas que pueden ser de naturaleza compleja. Puedes comenzar dándote un poco de compasión (pensando en tu vulnerabilidad, debilidades, comportamientos que te gustaría cambiar), lo que puede ayudarte a estar más dispuesto a admitir errores y tomar medidas para corregirlos. Esto es importante, ya que el error humano puede ser costoso cuando hay un brote viral, y necesitamos trabajar juntos para aprender de nuestros errores.
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Por supuesto, todas estas pautas no suplantan la importancia de practicar una buena higiene. Necesitamos continuar lavándonos las manos con frecuencia y evitar tocarnos la cara, para que podamos disminuir la posibilidad de infectarnos a nosotros mismos y a los demás. Pero también debemos recordar nuestra higiene mental: mantener la calma, estar agradecidos especialmente a quienes hacen lo correcto y recordar nuestra humanidad común. De esta forma, podemos ayudar a que el mundo sea más seguro para todos.
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Jill Suttie, Psy.D.,
Doctora en Psicología es editora del libro Greater Good‘s y una frecuente aportante con sus artículos. Trabaja en la Universidad de Berkeley. Greater Good’s destaca la investigación científica pionera en las raíces de la compasión y el altruismo.